—¡Señor Ghislain!
Los caballeros de Fenris corrieron al lado de Ghislain, con el pánico reflejado en sus rostros. Estaban maltrechos y exhaustos, pero ninguno tan gravemente herido como su líder.
Ghislain forzó una leve sonrisa. “Todos lo hicieron bien”.
—¿Estás bien? —preguntó uno de ellos con preocupación en la voz.


