Capítulo 13
Capítulo 13: Auditore da Sicilia (2)
Hay algo que necesito dejar claro.
Para ir directo al grano, el poder que me fue otorgado no es una bendición de los dioses ni nada parecido. Tampoco es un talento excepcional otorgado por los cielos. Más bien, creo que es más bien una maldición.
Para evitar depender de la bendición del Dios de la Espada, busqué un nuevo tipo de armamento. Pero ese poder me persiguió, como si se burlara de mis esfuerzos, apoderándose de mi cuerpo.
Esta vez, no hubo un dolor extremo. No, no era dolor, sino una sensación pura de placer, tan embriagadora, como nunca antes había experimentado, que envolvió mi cuerpo junto con una abrumadora sensación de debilidad. Esa maldición me controlaba como si fuera una marioneta atrapada en sus hilos.