Clopeh Sekka rió suavemente. La sonrisa en el rostro de él, lleno de melancolía con sus cabellos plateados y ojos verdes, parecía verdaderamente sagrado.
En realidad, Lock era consciente de que no estaba completamente en sus cabales.
“Jeje.”
Él no podía evitar reír. Sentía una fuerza abrumadora en todo su cuerpo. No podía contenerlo. Esto, sin duda, se debía al Objeto Sagrado, el Howl of the Sunset. Era gracias al poder divino que había quedado dentro de él. Y este poder era de un solo uso. No se le había otorgado para siempre. Aun así, Lock no podía dejar de reír. Porque se había dado cuenta.
Nunca antes, tanto aliados como enemigos, habían quedado en silencio y atónitos como en este momento.
Cale, Lock y el Dragón Ryan. Los tres se miraron con rostros atónitos. Para ser exactos, Ryan y Cale miraban a Lock, y Lock miraba a Cale.
Hasta hace poco, el intercambio de ataques y defensas había sido tan rápido que incluso un segundo parecía precioso. Pero ahora, los tres estaban inmóviles durante unos segundos.
La noche en Apitoyu no es tan oscura como uno podría pensar. Esa fue la impresión que tuvo la Elfa Oscura Tasha al llegar a este mundo y mirar al cielo. El cielo nocturno, aunque oscuro, estaba despejado y lleno de estrellas. Cuando la luna llena ascendía, como hoy, no se podía decir que la oscuridad fuera completa. Claro, no se comparaba con la brillantez del sol del mediodía, pero Tasha pensaba que las sombras del bosque hacían que la tierra pareciera más oscura que el cielo nocturno.
Fue en el momento en que la punta de los dedos de Cale tocó el Objeto Sagrado.
"¿Eh?"
El Objeto Sagrado tenía la forma de una estatua, con una figura extraña que no se podía distinguir si era una bestia o una persona. Parecía como si se hubiera tallado la espalda de un humano abrazando a una bestia.
De repente, ¿por qué salió esa palabra? Cale no hizo esa pregunta a Choi Jung Soo. Aunque él siempre andaba sonriendo, mientras Cale se ocupaba de los asuntos de Apitoyu, ese tipo había estado investigando sobre el God of Chaos. Solo había una cosa que le intrigaba.
Los primeros en reaccionar al Aura de Cale fueron los cuervos que dominaban el cielo. Y al escuchar su graznido, la expresión del lobo Lock, el Jefe Tribu Lobo, se iluminó.
"¡Ah!"
Afortunadamente, ese fue su primer pensamiento. Cale Henituse. Solo con verlo, la inquietud en el corazón de Lock se calmó un poco.